viernes, 9 de abril de 2010

la mochila..

La salida muchas veces escapa.
Escapamos ante algunas necesidades de bienestar que se nos presentan en la vida.
Pero no sabemos cómo enfrentarlas,
entonces siempre buscamos la salida más fácil, ESCAPAR.
Huir.

Huir a querernos,
a dejarnos querer.

El miedo nos persigue, la cuestión es dejar que no nos atrape.
Si nos atrapa sólo nos alejamos cada vez más de lograr ser felices.

Cuando uno llega a este mundo, no está preparado.
Vamos creciendo por nuestro camino lleno de piedras,
pero también hay flores y no las SABEMOS ver.
Llevamos en nuestra espalda nuestra mochila (y en muchas ocasiones la de otro también)
nos quejamos de que es cada vez es más pesada,
deberíamos comenzar a ver que en realidad es más pesada porque
se va llenando de herramientas, y debemos tener la virtud de poder entender
por qué tenemos esa mochila llena de herramientas y para qué sirve cada una;
Creo (y estoy sumamente convencida de ello)que de esa manera podremos entender cuál es el uso de todas y cada una de ellas, es ahí donde aprendemos de las experiencias...

Una vez alguien me dijo (alguien: mi psicologo):
"la experiencia no es lo que le pasa al hombre, sino lo que el hombre hace con lo que le pasa".
Ahí comencé a pensar, que mi mochila no estaba pesada de tristezas,
sino que estaba pesada de herramientas y que yo, con mis experiencias, debía aprender
cómo usar cada una de ellas.

Es así, como en este último año y medio de mi vida aprendí a vivir sola,
sola pero acompañada de gente que me quiere, que me cuida y que me hace ver la vida:
de otra manera, FELIZ.

Busquemos nuestra felicidad,
nuestro bienestar.
Dejémonos querer.
Querámonos.

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